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Durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983) se originaron desapariciones forzadas masivas en la población civil. El hijo de Ferrari, Ariel, también se encuentra entre las 30 000 víctimas estimadas de este crimen contra los derechos humanos perpetrado sistemáticamente. En 1983, Raúl Alfonsín, presidente en funciones tras el fin de la dictadura militar, nombró una comisión para investigar los crímenes, la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas). Esta presentó los resultados en un reporte de 50 000 páginas intitulado Nunca Más. En 1995 Ferrari fue invitado por el diario Página/12 para ilustrar el reporte en 30 ediciones especiales.

En este contexto, se crearon 46 collages que fueron objeto de críticas feroces, entre otras cosas, debido a las comparaciones directas de criminales nacionalsocialistas y su simbolismo con los de la dictadura militar. Ferrari se defendió con vehemencia de estas críticas y justificó su estrategia estética exponiendo los sistemas de injusticia como tales; para él, la expresión artística y el activismo político estaban indisolublemente vinculados. Durante toda su vida, Ferrari se comprometió con la lucha contra las desapariciones forzadas y apoyó el trabajo de las Madres de Plaza de Mayo*.

* Las Madres de Plaza de Mayo son una asociación fundada durante la dictadura militar en Argentina para recuperar a las personas – hijas e hijos – desaparecidas. Desde 1977 se reúnen semanalmente en la Plaza de Mayo en el centro de Buenos Aires.